Cuando fallece un ser querido, se nos presenta la opción de realizar una inhumación o una cremación. En el primer caso, los servicios funerarios ofrecen la posibilidad de embalsamar el cuerpo. En este post te explicamos cómo se lleva a cabo este proceso.
¿Por qué se realiza el embalsamamiento?
El embalsamamiento o tanatopraxia consiste en una serie de prácticas que buscan preservar la integridad de los restos mortales. El objetivo es demorar el proceso de putrefacción y descomposición mediante la utilización de químicos que se introducen en el cuerpo.
Has de saber que, salvo en situaciones muy particulares, no existe una obligación legal de realizar este procedimiento. Muchas religiones no lo requieren e incluso descartan la opción. Sin embargo, es algo muy habitual en países como Estados Unidos, aunque allí tampoco es obligatorio (excepto para trasladar los restos entre algunos estados).
¿Qué tipos de embalsamamiento existen?
Podemos encontrar diversos métodos para embalsamar. Algunos de ellos logran conservar los restos mortales durante décadas, como es el caso de los cuerpos de algunos líderes políticos que han sido sometidos a este proceso. Sin embargo, los procedimientos que vamos a describir son los más usuales en la actualidad y se utilizan en funerarias de todo el mundo.
Hay dos tipos de procesos para embalsamar. Uno es el llamado arterial, en el cual se reemplaza la sangre por soluciones inyectadas en las arterias. El otro es el embalsamamiento de cavidades, en el que los gases y los fluidos de los órganos situados en el pecho y en el abdomen son reemplazados por los líquidos de embalsamamiento.
¿En qué consiste el embalsamamiento?
En primer lugar, el cuerpo es depositado en una superficie fácil de higienizar (acero inoxidable, porcelana, etc.). A continuación, es lavado con una solución química que elimina los gérmenes. Esta limpieza incluye las fosas nasales, la lengua, las encías y el paladar.
Mediante masajes se atenúa la rigidez mortal. Eventualmente, puede ser necesario cortar algún tendón o músculo para lograr la posición requerida. Después, se aplican cremas en el rostro y en las manos para humectar la piel y hacerla así más moldeable. Una vez que el proceso de embalsamamiento haya avanzado, la rigidez del cuerpo será total, por lo que este paso debe ser realizado necesariamente al inicio.
Con algodones o siliconas se llevan a cabo retoques en la nariz y en los ojos. En algunos casos, en necesario pegar estos últimos con un producto especial. Se tapa la tráquea con algodón para evitar el reflujo de líquidos. La boca es inmovilizada con un dispositivo y luego se procede a atornillar o remachar las mandíbulas para colocar un alambre que mantenga la boca cerrada. Después, hemos de localizar las arterias principales e introducir el líquido embalsamador, que es una solución que contiene principalmente formol y colorantes.
El cuerpo es lavado nuevamente y, si el embalsamador considera que existe riesgo de pérdida de líquidos, procede a revestir las partes no expuestas del cadáver con una cubierta impermeable. Finalmente, se viste al cadáver y se le aplican algunos retoques estéticos, como maquillaje o peinado.
Como has podido comprobar, el proceso de embalsamar requiere una buena cantidad de tiempo y de productos químicos, además del trabajo calificado de un especialista en la materia. Una alternativa a la inhumación es la cremación en la cual los restos mortales son reducidos a cenizas. La cremación en Chile y el mundo aumentó considerablemente por tener un precio más accesible.
Te acompañamos en el proceso
Tras el proceso de embalsamamiento es necesario optar por una urna funeraria, para lo cual lo más adecuado es contar con un asesoramiento personalizado como el que ofrecemos en Funeraria Fuentes. Disponemos de una gran diversidad de tamaños y diseños que se adaptan a las necesidades de cada cliente. Si tienes alguna duda, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.