La muerte es una realidad ineludible que nos acompaña a lo largo de toda nuestra vida. Y aunque cada cultura y cada religión tienen sus propias formas de honrar a los muertos, la capilla ardiente es un lugar común que encontramos en todo el mundo. ¿Pero sabes que significa capilla ardiente y qué implica organizar una? En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre este término.
¿Qué es una capilla ardiente y por qué se llama así?
Una capilla ardiente es un lugar temporal donde se expone el cuerpo de una persona fallecida para que amigos, familiares y conocidos puedan rendirle homenaje y despedirse. La capilla puede estar ubicada en un tanatorio, en una iglesia o en cualquier otro lugar preparado para ello. El término «ardiente» hace referencia a las velas y cirios que se colocan alrededor del ataúd, y que simbolizan la luz que guía al alma del difunto hacia el más allá.
¿Cómo se organiza una capilla ardiente?
Organizar una capilla ardiente requiere cierta logística y preparación. Lo primero que se necesita es un espacio adecuado, que puede ser una habitación amplia en la casa del difunto, un salón fúnebre o una iglesia. También se necesitan elementos como un ataúd, flores, velas, un catafalco y un libro de condolencias. En algunas culturas también se pueden colocar fotos y objetos personales del difunto.
Personalidades con capillas ardientes reconocidas
A lo largo de la historia, muchas personalidades han tenido capillas ardientes que se han convertido en lugares de peregrinación para sus seguidores y admiradores. En Chile, la capilla ardiente del poeta Pablo Neruda, ubicada en el Salón de Honor del ex Congreso Nacional, es uno de los lugares más visitados por turistas y por amantes de la poesía. En el resto del mundo, el fallecimiento de personajes públicos, como John F. Kennedy, Martin Luther King o Nelson Mandela, ha dado lugar a capillas ardientes multitudinarias que han reunido a miles de personas.
¿Qué es un tanatorio y qué es un catafalco?
El tanatorio es un lugar diseñado para velar a los fallecidos. Generalmente, consta de varias salas con las comodidades necesarias para que los familiares y amigos puedan pasar tiempo con el difunto en un ambiente tranquilo y sereno. El catafalco, por su parte, es una estructura elevada sobre la que se coloca el ataúd en la capilla ardiente. Suele estar decorado con flores y velas, y es el centro de atención durante las horas en que la capilla está abierta al público.
Diferencia entre capillas, iglesias y catedrales
Aunque a menudo se utilizan como sinónimos, las capillas, las iglesias y las catedrales son en realidad edificios con características y funciones distintas. Las capillas suelen ser pequeñas y están diseñadas para albergar ceremonias íntimas y familiares. Las iglesias, por su parte, son lugares de culto más grandes y están abiertas al público en general. Las catedrales, por último, son iglesias de gran tamaño que tienen una importancia histórica y religiosa especial.
La importancia de respetar los deseos de los difuntos
Aunque la muerte es una realidad que todos debemos enfrentar, cada persona tiene sus propias creencias y deseos en cuanto a cómo le gustaría ser honrada después de su fallecimiento. Algunos prefieren la cremación, mientras que otros prefieren ser enterrados en un cementerio. Es importante respetar estos deseos y buscar una funeraria que pueda ofrecer los servicios necesarios para cumplirlos. Además, es fundamental tener en cuenta que la organización de una capilla ardiente o cualquier otra ceremonia fúnebre puede ser una tarea abrumadora para la familia del difunto, por lo que contar con el apoyo y la ayuda de amigos y seres queridos puede ser un gran alivio en un momento tan difícil. Si necesitas asesoría de una funeraria en Santiago contáctanos, te ayudamos en todo el proceso.